Has subido un peldaño. No te contentas con caminar o correr a ritmos lentos, quieres algo más y por eso buscas una cinta de correr de gama media. Analizamos los mejores modelos del mercado de este 2024 y, además, te damos una serie de pautas para que encuentres exactamente el modelo que necesitas.
¿Cómo sabes si necesitas una cinta de correr de gama media?
A veces surgen dudas a la hora de elegir una cinta de correr de esta gama porque uno/a no sabe si se va a quedar corto, o si lo que realmente necesita es una cinta de correr de gama de entrada. Realmente es más sencillo de lo que parece. Necesitas una cinta de correr de gama media sí cumples uno o varios de los siguientes puntos:
¿Qué debe ofrecer una cinta de correr para que la consideremos gama media?
Precios al margen, las cintas de correr de gama media se caracterizan por ofrecer unas prestaciones sensiblemente más avanzadas que los modelos más básicos, no sólo a nivel de potencia y confort, sino también en términos de conectividad y métricas de carrera, valiosas para progresar en tus entrenamientos.
Aunque por lo general las cintas de correr de esta gama destacan por su estructura, más robusta y estable que las de gama de entrada, deberías exigirle que te ofrezca al menos estas funcionalidades:
- Consola y métricas: dado que nos hemos decantado por esta gama para poder entrenar con más calidad, la consola debe ser lo suficientemente completa como para obtener métricas relativas a velocidad instantánea, velocidad media, distancia recorrida, tiempo de carrera, calorías quemadas y, opcionalmente, pulsaciones. La pantalla debería ser legible de un simple vistazo para no tener que centrar nuestra atención en ella.
- Programas: correr sobre una cinta no tiene por qué limitarse a trotar a una determinada velocidad. Muchos modelos incluyen programas predefinidos para mejorar la técnica de carrera, ejercitar la fuerza o la agilidad, o incluso enfocados en perder peso o mejorar nuestra base aeróbica. Elige una que incluya alguno que se adapte a tus objetivos.
- Potencia: habitualmente elegimos este tipo de cintas de correr porque uno de nuestros objetivos es correr por encima de los 12 km/h, aunque sea a intervalos regulares. En este caso deberíamos exigirle que tuviese al menos 2 CV de potencia. Si tu complexión ronda o supera los 100 kilos de peso, esta cifra debería partir de los 3 CV.
- Estructura: si nos hemos decantado por este tipo de cintas para poder elevar la potencia del motor o porque nuestra complexión es fuerte, la estructura debe ser acorde a lo que necesitamos. Cuanta mayor sea la potencia o nuestro peso, más reforzada y estable debe ser la estructura.
- Rodillos: para correr, lo ideal es pensar en unos rodillos que tengan al menos un diámetro de 50 mm, ya que a mayor diámetro, menor será la tensión en el cinturón, lo que afectará positivamente a los componentes que forman el sistema de transmisión.
- Velocidad: una cinta de correr de gama media debería ser capaz de ofrecer una velocidad máxima entre 16 y 22 km/h. Cuál elegir depende de tus metas, pero si vas a correr a ritmos rápidos, lo ideal es que calcules siempre una velocidad máxima que sea, al menos, un 15-20% superior a la que vayas a practicar, para que el motor no se vea sobrecargado en ningún momento. Para que te sirva de referencia, el ritmo medio de entrenamiento de corredores no profesionales se mueve entre los 9 y los 12 km/h.
Tampoco estaría de más que incluyese algún tipo de soporte donde colocar, de forma segura, una toalla y/o un botellín que resulte alcanzable de forma cómoda durante el entrenamiento. Por lo general el 90% de las cintas de esta gama ya vienen preparadas para ello.